Un recirculador es una herramienta utilizada en muchos laboratorios para proporcionar circulación continua a sustancias, como líquidos mediante la aplicación de presión; el recirculador está conectado a una red de tuberías en la que el flujo de líquido sigue un patrón predefinido.
Esto permite que los líquidos sean procesados en varias máquinas a la vez sin interrumpir el flujo; esta práctica de recirculo de líquidos es ampliamente utilizada en laboratorios de todo el mundo como una forma eficiente de ahorrar tiempo y recursos.
Los recirculadores son una herramienta clave para la eficiencia en los procesos de laboratorios
Una vez que se establece la conexión entre la red de tuberías y el recirculador, es necesario determinar qué volumen de laboratorio se puede recircular a través de este dispositivo; este volumen de líquido generalmente está determinado en base a la capacidad del recirculador.
Los recirculadores modernos típicamente tienen capacidades que van desde 0,5-8 son/h, lo que permite un volumen significativo de líquido a recircular; estos volúmenes permiten la aplicación de una presión constante sobre los líquidos.
Se debe escoger el recirculador según el espacio y necesidades del especialista
El volumen de laboratorio que se quiere recircular también puede determinarse en función de la cantidad de líquido que se quiere suministrar en el proceso; esto significa que, para procesar grandes volúmenes, será necesario utilizar un recirculador más resistente con una mayor capacidad.
Esto ayudará a ahorrar tiempo en el procesamiento y mejorar la eficiencia de los procesos; el tamaño y la calidad de los recirculadores también juegan un papel importante en el volumen de laboratorio que se puede recircular a través de ellos.
Se debe determinar el volumen de líquido que se necesita para utilizar el recirculador
Los recirculadores más resistentes tienen la capacidad de soportar mayores volúmenes de líquido; la calidad de los materiales con los que está fabricado el recirculador también determinará el volumen de líquido que es capaz de procesar. Los materiales más resistentes soportan mayores volúmenes de líquido a mayor presión, lo que permite operaciones de recirculación más eficientes; determinar el volumen adecuado para el recirculador es una de las principales consideraciones cuando se diseña un sistema de recirculación.
También se requiere que los investigadores sean conscientes de que es necesario realizar los cálculos adecuados para que el sistema funcione correctamente
Si se recircula demasiado líquido, esto puede ser muy exigente para el recirculador, lo que puede provocar un rendimiento deficiente en el proceso, así como desperfectos en el dispositivo.
Por otro lado, recircular un volumen demasiado bajo también puede tener un efecto desfavorable, ya que impide que el proceso ocurra en óptimas condiciones;el volumen de líquido que se recircula a través de un recirculador depende de diversos factores, como la capacidad y la calidad del mismo, así como el volumen de líquido que se quiere suministrar.
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